martes, noviembre 25, 2003

Dos semanas completas

Después de dos semanas puedo volver a escribir. El libro de lineamientos de política de juventud tiene que estar para la semana del 15 de diciembre y, teniendo en cuenta que apenas si estaban listos los textos, pues he tenido que trabajar a marchar forzadas. Es increíble cómo personas con no sólo formación académica sino, sino siendo investigadores puros puedan escribir tan mal. La mayoría de nuestros académicos creen que entre más complicado escriban, equivale a que más elaborados son sus pensamientos. Para nada. No sólo no escriben bien (rompen por completo la estructura de la oración: frases sin verbo, o sin sustantivo, o sin complemento, la tautología ronda por todas partes, etc.) sino que ello es sólo clara muestra de la confusión de sus ideas. Es evidente la falta de plan al momento de comenzar el texto. Simplemente empiezan a escribir según se les ocurren las ideas. Como en otras ocasiones, tuve que re-escribir el texto (no todo el libro, sólo lo correspondiente al capítulo del escenario deseable) y eso lleva tiempo.

Hoy, por fin, empieza la diagramación. El jueves espero tener las primeras pruebas para corregir. El próximo martes debemos estar entrando a máquinas. Ojalá cancelaran el lanzamiento del libro para el 15. Ojalá se pudiera hacer entrega de la política en el Consejo de Política Social. Ojalá.

Muchas cosas han ocurrido en estas dos semanas: cayó la cúpula militar y tenemos nuevo ministro de defensa. Han surgido más escándalos por malversación de recursos por parte de los militares. Lo más triste de lo sucedido es que nada de esos malos usos se habría sabido de no ser por la “riña” entre un empresario (Pedro Juan Moreno, “íntimo” de Uribe) y el hace dos semanas director de la policía de Medellín, general Leonardo Gallego. Hace unos años este general acusó a Pedro Juan y a su padre de tener vínculos con el narcotráfico. El pequeño error del general es que el padre de Pedro Juan llevaba muerto más de 15 años. La “inteligencia” militar, por supuesto, dejó en evidencia todo su ineficiencia. Pero Pedro Juan, al mejor estilo de las películas gringas, juró vengarse del general. El resultado, la caída del general… y de toda la cúpula militar que también estaba enredada en los mismos líos. La revista Semana se encargó de dar a conocer el escándalo, pero Pedro Juan fue quien estuvo siguiéndole los talones a Gallego hasta que le encontró su talón de Aquiles. Y cayó. Cayeron.

A raíz de este episodio, ahora sí, el periodismo colombiano se ha dado a la tarea de esculcar en las cuentas de los militares para descubrir –oh, sorpresa- lo que todos sabían: las FF.MM se gastan la plata en dulces, antigüedades, alojamientos en hoteles, chefs, licor importado, finos bolígrafos, serenatas con mariachis y tríos, y ponchos.

Pero para subir el ánimo (¡ja!) al día siguiente descubren que la gerente de Empresas Públicas de Medellín también se gastaba sus pesitos en detalles como una vajilla de 90 millones de pesos, viajes charter y lujosos hoteles, por aquello de las relaciones públicas, claro.

En fin… no he estado de buen ánimo en los últimos días. Simplemente encuentro deprimente vivir en este mundo. Si para descansar de las noticias de Colombia, veo el exterior me encuentro con el cuasi golpe de estado en Georgia y no puedo dejar de pensar que los gringos son unos h.p. No dan puntada sin dedal, sencillamente. ¿Será mucha paranoia mía pensar que ellos están detrás de ese golpe y pretenden, así, sacar el petróleo de Iraq? Dicen por ahí, piensa mal y acertarás.

Mi mamita se retira hoy de trabajar. Después de 33 años, se pensiona. Otros estarían contentos, ella, triste. Todos los días previos a pasar la carta de la renuncia estuvo vacilando y al fin se decidió. Hoy se fue con los ojos llorosos. Me preocupa. Siendo la mujer tan activa que es, me preocupa. Desde mañana, se va a levantar y tendrá que crearse una nueva rutina. He visto cómo muchas personas simplemente se deterioran después de pensionarse. Ella, por ahora, tiene lo de su posgrado, quiere continuar con el yoga y unas clases de pintura, pero sé que no es suficiente. Y ahora que Diego tampoco está en la casa, creo que sus días se van a hacer eternos.
Eso ha cuestionado mi viaje a Australia. Pero también me imagino yo, aquí, para siempre y lo que veo es que quien se deterioraría sería yo. No sé, no sé… La vida podría ser más fácil.

Otras cosas:
El viernes en la noche vi Mistic River, y el sábado Kill Bill. Ambas me gustaron, pero mi estado de ánimo no me permite dar una opinión “objetiva”. No sé, hay algo que me está impidiendo aislar mis sentimientos de mis pensamientos. Un intento, sin embargo:
Mistic River: Clint Eastwood es, definitivamente, mejor como director que como actor. Nunca me gustaron sus papeles de cowboy. La película tiene algo de tragedia griega (en una crítica leí que tenía era de drama shakespeareano). Creo que el parlamento de Sean Penn es el que mejor establece eso, dice algo como “Katie, yo sé que he influido en tu muerte pero no sé cómo”. Nuestras acciones se devuelven en nuestra contra como un bumerang. Pensando que estamos evitando un mal futuro, en realidad lo apuramos, como en Edipo Rey. El destino es implacable, no importa lo que hagamos para rehuirlo. Eso, creo, está en el trasfondo de la película, no es en lo que yo creo, para nada. La actuación que más me gustó fue la de Tim Robbins. En realidad se siente en el personaje el drama que vivió de niño. Sean Penn, por el contrario, no. Es decir, después de perder a una hija, yo hubiera esperado más dolor, no lágrimas, sino dolor, y no lo vi. El papel de Kevin Bacon es casi marginal y no le aporta mucho a la película, y mucho menos la historia de su personaje (Sean Devine) y la esposa de éste. Parece el clásico elemento gringo moralista del chico que hace las cosas bien y le resultan bien. La historia de Dave Boyle (Tim Robbins) es lo contrario, es la tragedia. Su personaje concentra todo el drama de la película. La muerte de Katie Markum, la hija de Jimmy Markum (Sean Penn) y la solución medio facilista del crimen es apenas la excusa para contarlo. Si la frase de Jimmy Markum introduce la idea de que la película es un drama griego, la historia de de Dave lo confirma: no hay forma de exorcizar nuestros fantasmas, ellos siempre nos seguirán, nos perseguirán y nos acabarán. Es Edipo ciego, caminando por Tebas, pero solo, sin ninguna hija que lo acompañe. Y lo mejor que le podría suceder a ambos, es que los relevaran de esa carga, aunque ellos piensen que están cerca de ser redimidos de ella.

La charla final de Penn y Bacon es… floja… digo, podrían haberla hecho mejor teniendo en cuenta que es el momento en que los engranajes del destino empiezan a moverse de nuevo. A Markum ya el destino le ha cobrado una vez sus faltas, con Devine parece que estuviera a paz y salvo, pero queda la deuda con Dave pendiente, para ambos.

Kill Bill: qué decir. Es Tarantino, con una diferencia, ya sus escenas de violencia son tan irreales que no causan el impacto de otras como las de Pulp Fiction o Natural Born Killers. Es buena, nadie dice lo contrario, pero en cuanto a la violencia es como las segundas y terceras partes de las películas de terror: piensan que entre más sangre se muestre más impactantes son. Y no, no es la sangre sino la presunción de la sangre la que impacta. No es el golpe, sino la presunción del golpe el que impacta. Bueno, hay que reconocer, por supuesto, que es un homenaje a las más flojas películas de acción y de karate de los años setenta, es decir, de insinuación poco y de “evidente” mucho (mucho ángel de charlie -además de la voz en off de Bill y el montón de mujeres-, mucho avispón verde, etc). Los efectos especiales, muy buenos. La actuación de Uma Thurman no me impactó. Digo, uno esperaría más ira en sus ojos y menor temblor al sostener el sable después de lo que le ha pasado. La narración y estructura de la película son buenas. Serían excelentes si ya no existiera el precedente de Pulp Fiction. Digo, el problema de hacer genialidades es que la siguiente genialidad TIENE que superar a la anterior. Como guión y dirección de Tarantino, y como solo guión de Tarantino, me siguen gustando más Pulp Fiction y Natural Born Killers. Y bueno… parece que ahora el patrón es dejar todas las películas en continuación.

No hay comentarios.: