Mi vida radial comenzó de niña cuando, desde mi cuarto, escuchaba en las noches a mi padre sintonizar por onda corta varias emisoras. Ese sonido agudo y carrasposo lo recuerdo y lo guardo con mucho cariño en mi memoria. Un día, en el Espinal, nos robaron ese radio, y la onda corta dejó de escucharse en la casa. Así que yo empecé a desarrollar mis propios gustos radiales. Comenzaron por HJJZ (se pronunciaba: hache doble jota zeta). Era una emisora juvenil, que en ese entonces transmitía la hoy muy conocida música para planchar (las populares baladas de los años 70, cuyos principales protagonistas eran Los Bukis, Amanda Miguel, Diego Verdaguer, Yuri, Flans, Oscar Athie, Django, Paloma Sanbasilio, Rocío Durcal, Juan Gabriel y otros).
Un día, HJJZ dejó de escucharse (imagino que por problemas financieros y porque la música para planchar -el poco honroso título se lo han dado las recientes generaciones-, abandonaba su trono), para darle paso a la música "americana". Así que huérfana de emisora, adopté Radio Tequendama y a su patico dicotequero. Como el nombre de su mascota lo indica, la década de los ochenta había ya ingresado y su música, que según los expertos, no aportó mucho al pentagrama mundial, se imponía. Ambas emisoras, tanto HJJZ como Radio Tequendama estaban en AM. Al FM, yo lo veía muy sofisticado y lejano a mí. Debí declinar mi prejuicio cuando, también, se acabó Radio Tequendama y, de nuevo huérfana de emisora, decidí escuchar la emisora de moda por entonces: 88.9 que quedaba en la misma posición en el dial que Radio Tequendama, pero en FM.
88.9 FM fue mi emisora durante al menos seis años, desde, más o menos, el 83 hasta el 88. El formato era charladito, dejaba atrás la mera presención de canciones y contaba con espacios especializados como los super éxitos. Hacia el 85 -creo- escuché los primeros temas de "rock en español", cuando el concepto era revolucionario y flotaba en el ambiente la pregunta sobre un sonido de rock propio latinoamericano. Los Prisioneros estuvieron allí, así como Enanitos Verdes, Miguel Mateos, Charlie García, Toreros Muertos, Soda Stereo, Kraken, Ekhymosis (de donde salió Juanes), Aterciopelados y otros que se me escapan (a mí la música siempre me ha gustado, pero nunca he sido experta ni en nombres de artistas, ni grupos, ni, mucho menos, títulos de canciones y años exactos de aparición, auge y decadencia de cada uno, así que, ahí perdonarán).
El ingreso a la universidad lo cambia todo. Se cambia la forma de ver la vida, los amigos, las ideas, las lecturas, los gustos musicales, etc. Y 88.9 sería víctima de ese cambio. Lea en el siguiente blog en qué consistió ese cambio y cómo ha evolucionado mi relación con la radio desde entonces hasta hoy.
'El arte de la fuga según Mr. Nooteboom'
Hace 4 años.