Hoy no pensaba escribir. De hecho, se me ocurrió escribir un día aquí y otro en mi otro blog (tanto más “profesional”: http://updates.takingitglobal.org/read/tapp07 ) pero creo que los acontecimientos de esta tarde lo ameritan. ¿He dicho que desde el principio tienen ganas de sacarnos a Camilo y a mí aquí en el trabajo? Bueno, nueva embestida. Cosas de la vida me he topado con hechos y personas que me pusieron en evidencia algo que ya me sospechaba: me están buscando el quiebre.
Hecho 1: hace ya quince días iba a pasar mi informe de trabajo y necesitaba verificar un dato que estaba en mi contrato, así que fui a solicitarlo: “No está aquí. Lo tienen en jurídica”. Cara de asombro, claro. ¿Por qué jurídica iba a tener mi contrato? Fui hasta la oficina y pregunté si lo tenían y por qué lo tenían: “Es para lo de tu pago”. Ajá, claro, cómo no, me dije yo, si ni siquiera he pasado el informe para que me paguen.
Hecho 2: el pasado puente me negué a “apoyar” el proceso de capacitación de Juntas de Acción Comunal. Tenía que ir el sábado todo el día y domingo en la mañana. Además de que el tema nos causa cierto escozor a los del equipo, además de que ese “apoyo” se ha convertido en una carga extracontractual que nos está quitando tiempo, también estaba el hecho de que tenía ya bastante retrasado un libro y necesitaba con urgencia dedicarle tiempo y la corrección de textos yo suelo hacerla en fines de semana porque en la oficina es imposible concentrarse. Pasé carta muy formal a Luz Ángela Ramírez, jefe de planeación y quien está organizando todo lo de JAC (además es una pobre alma cuyo única tarea es odiar al resto de humanidad) comunicándole mi impedimento. Iba con copia de cronograma y datos de contacto del contratista por si quería verificar mi versión.
Hecho 3: (aquí desaparecen los nombres) una persona me detuvo en el pasillo y me dice “Oye, ¿qué es eso del chicharrón tuyo y de Camilo?”. Yo, azul. “No, ni idea. Si tú no me cuentas, no sé qué es”. “Es que le escuché a la jefe de jurídica que tenían que resolver el chicharrón tuyo y de Camilo”. Azul tirando a violeta.
Hecho 4: dos minutos después entré a la oficina de sistemas y oh, sorpresa estaba mi contrato allí con una carta de Luz Ángela, al subdirector administrativo y financiero en donde se quejaba de mi falta de colaboración con lo de las JAC. Me enteré que estaba allí la carpeta de mi contrato porque querían ver si en alguna parte aparecía que yo debía actualizar la intranet y el sitio en intranet del DAACD (cosa que he venido haciendo).
Fin del relato.
'El arte de la fuga según Mr. Nooteboom'
Hace 4 años.